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Fotógrafo de boda en Amalfi
Hay cosas en esta vida que uno desea que pasen y sabe que algún día llegaran. Una de ellas era llegar a ser fotógrafo de boda en Amalfi y finalmente ha ocurrido. Ha sido de las mejores experiencias que he tenido, me he sentido como si fuera mi primera boda. Llena de ilusión, nervios y muy motivada.
Esta pareja se llaman Yuliya y Michael, se conocen de hace muchos años y viven en Londres. Nos contactaron gracias a los maravillosos wedding planners Mr and Mrs Wedding in Italy. Estaban interesados en conocerme y tuvimos una video llamada. Fue una conversación muy amena y enseguida conectamos muy bien. Michael me explicó que se es productor de videos y Yuliya ha estudiado Literatura inglesa pero a la vez es una increíble ilustradora.
El hecho de que los dos sean creativos y artistas en sus trabajos me encanta. Que se fijen en mi fotografía es un detalle muy importante para mi. Se han dado cuenta de que tengo un estilo de fotografía muy particular. En seguida me dijeron que querían que fuera su fotógrafo de boda en Amalfi y me dio mucha alegría.
Italia es un país que me encanta y he ido muchísimas veces. En Amalfi estuve justo antes del Covid en un viaje que empezó en Milán y recorrí toda la Toscana. De allí fui a la Costa Amalfitana haciendo una ultima parada en Nápoles. Iba a ser muy interesante ir de nuevo esta vez para hacer una boda.
La boda se iba a celebrar el día 8 de julio en el Nh Collection Gran Hotel convento di Amalfi. El hotel más bonito de Amalfi, había sido un monasterio en el siglo XIII y a sido remodelado conservando la iglesia y el claustro. Se encuentra en la cima de un acantilado a 80 metros de altura con unas vistas increíbles. Iban a reservar todo el hotel para dos días así que todos los espacios serian utilizados exclusivamente por ellos.
Llego la segunda semana de julio y ya con muchas gana de coger el avión hacia Nápoles. De allí iba a ir a Amalfi un par de días antes de la boda. Me gusta ir con tiempo cuando hago bodas de destino. Como fotógrafo de boda en Amalfi es lo que hice y así al dia siguiente de llegar pude ir a ver el hotel.
Amalfi está en plena temporada turística llena de gente con ganas de viajar después del Covid. Las calles blancas relucientes con sus tiendas ofreciendo limoncello y helados de limón. Estamos en la tierra del limón y lo usan para todo.
Había quedado el día siguiente por la mañana en el hotel con Yuliya y Michael para conocerlos en persona. El hotel está situado en un sitio privilegiado de Amalfi casi al lado del puerto y está como colgando de la montaña con unas vistas de ensueño. Al entrar tienes que coger dos ascensores distintos para subir a todo lo alto.
La pareja estaba terminando de desayunar en la terraza y nos dimos un fuerte abrazo al vernos.
Nos dijeron que no estaban nerviosos pero si teniendo que terminar muchos detalles y eso les daba un poco de stress. Es normal porque habían invitado a 100 personas de todo el mundo a su boda. Estaban pendientes de si habían podido volar bien y luego coger el transfer al hotel. Teniendo en cuenta que la familia de Yuliya venia de Ucrania y Rusia en estos tiempos, el stress era normal.
Yuliya también comentó la tormenta con truenos que había habido la noche anterior, una típica tormenta de verano que no iba a estropear su boda.
Yuliya estaba radiante con una gran pamela escondiendo su cara del sol italiano. Fuimos con ellos a ver los espacios donde se realizaría la boda. El claustro donde iba a celebrarse la ceremonia era particularmente impresionante. Yuliya quería una decoración llena de flores blancas y hojas de olivo inspirado en un secret garden así que iba a ser precioso.
Luego vimos la zona del cóctel y banquete justo en la terraza exterior dando a las vistas de toda la bahía Amalfitana. Yo ya estaba pensando en las fotos de pareja que quería para ellos y donde hacerlas. Todo iba a salir perfecto como fotógrafo de boda en Amalfi tenia mucha ilusión.
Nos despedimos de ellos hasta el día de la boda recomendándoles que se relajaran y disfrutaran de Amalfi.
El sábado amaneció con un sol espléndido y una ligera brisa que relajaba la temperatura.
Habíamos quedado con Valerio Magliano el videógrafo de la boda en el lobby. Estaba con su asistente Alfonso y nos saludamos cordialmente. Vino Inés con Adriano los wedding planners y nos comentaron cómo iban los últimos detalles. El claustro estaba impresionante ya decorado y listo.
Apareció Michael que venia de la piscina y dijo que luego nos pasáramos a hacerle alguna foto con sus amigos, quería algo muy informal y no los típicos preparativos. Así que fuimos primero con la novia al cuarto donde se iba a preparar.
Generalmente como fotógrafo de boda en Amalfi se que siempre hay retrasos en las bodas. El maquillaje y peinado de la novia suele tardar en estar listo, es lo normal. Pero en esta ocasión nada más entrar Yuliya nos dijo que ya estaba lista lo cual fue maravilloso, estaba guapísima.
Pudimos empezar a sacarle fotos que ya tenia pensadas para ella, la novia tenia muchas ganas y estaba feliz. Con un capuccino y el albornoz puesto nos lo pasamos muy bien haciendo cosas distintas. Luego vinieron las bridesmaids todas ya maquilladas y peinadas, con sus kimonos y las hice subirse a la cama. Le di una botella de champagne a Yuliya y empezó la fiesta. Todas bailando con un vaso en la mano brindaron por la novia y el gran día que nos esperaba.
Luego la madre la ayudó a ponerse el vestido, era espectacular muy elegante y moderno como ella. Los zapatos de Manolo Blahnik eran el complemento perfecto.
Michael mientras tomaba algo con sus amigos en la terraza disfrutando los momentos antes de ser oficialmente un hombre casado. El había escogido un smoking negro con detalles en terciopelo y unos zapatos de ante increíbles. Iba muy elegante y sus groommen también acordes a él.
Los invitados llegaban poco a poco al welcome drink y se saludaban alegres y emocionados por lo que nos esperaba. Había gente venida de todo el mundo y para mi como fotógrafo de boda en Amalfi era muy especial.
Finalmente fuimos todos al claustro, atajamos por la iglesia que aún alberga el hotel. La novia iba a hacer su entrada por aquí con su padre, por lo visto era un pasaje secreto, nos lo enseñó el día anterior.
Una vez que los invitados tomaron su asiento Michael hizo su entrada del brazo de su madre. Se le notaba muy emocionado con ganas de ver a Yuliya . Primero hicieron entrada las 10 bridesmaids en pares con trajes de satén a juego, tenian detalles florales muy a juego con la decoración.
La entrada de la novia fue increíble, del brazo de su padre estaba bellísima. Michael no podía dejar de sonreir, le brillaban los ojos mirando a Yuliya.
Por fin se encontraron siendo un momento muy emocionante y tomaron su posición en el altar. Un concejal italiano y una celebrante que traducía hicieron la ceremonia muy amena. Hubo varios discursos donde la hermana de Yuliya , Sasha hizo uno muy emotivo. Luego se intercambiaron votos y anillos. Todo fluyó de forma mágica y por fin hicieron su salida siendo ya marido y mujer.
La pareja quería tener una foto de todos los invitados juntos y como eran 100 lo mejor fue hacerla desde arriba hacia el claustro. Fue el momento justo para hacerlo después de la ceremonia estando todos ahí reunidos. Hay una terraza que lo domina todo y ahí con la ayuda de todos la pude conseguir.
Luego habíamos acordado hacer unas fotos grupales con solo la familia y amigos cercanos. Lo logramos de forma rápida para que así pudieran todos disfrutar del cóctel. Justo después me llevé a la pareja para hacerles algunas fotos solos que ya tenía pensadas con ellos más tranquilos disfrutando de estar juntos.
Una vez en la zona de la terraza hicieron su entrada y todos felicitaron a la pareja. Un dúo de arpa y violín ponía la música amenizando el momento.
Una vez terminado el cóctel pasamos a la zona del banquete. Habían preparado una mesa larga y varias redondas a los lados. Estaban preciosamente decoradas con buganvilla rosa y hojas de olivo. Había colgando del techo de madera limones y velas que daban una atmósfera muy romántica y mágica.
Antes de la cena el padre de Michael y el de Yuliya hicieron discursos. Luego Michael y Yuliya hablaron dándoles las gracias a todos los que habían hecho el esfuerzo por venir de todo el mundo.
Empezó la cena y luego hubo más discursos de los groommen y las bridesmaids. Como es normal se alargó mucho todo entre una cosa y otra y hubo que pasar rápido al corte de tarta.
Lo iban a hacer en un jardín que estaba en una terraza situada debajo de la zona del cóctel. Los invitados no sabían que justo después iba a haber fuegos artificiales y fue increíble.
Los lanzaban desde una parte del puerto abajo y fue mágico con la pareja delante disfrutando de ellos.
Cuando terminó subieron a hacer el primer baile. Había un grupo de música tocando en vivo, pusieron su canción y los dos felices bailaron juntos. Luego se les unieron todos los demás invitados y la fiesta comenzó.
El abuelo de Yuliya que ya es mayor estaba tan contento que no podía dejar de bailar. Bailó con ella dándolo todo como si fuera un jovencito, fue muy dulce. Los padres de ella bailaban tan enamorados como si fuera su primera cita. Y con este ambiente nos despedimos de todos. Les doy las gracias por haber confiado en mi deseándoles toda la felicidad del mundo. A Inés y Adriano por darnos esta oportunidad y su magnífico trabajo, ojalá hagamos muchas bodas juntos.
Y así terminó esta boda como fotógrafo de boda en Amalfi, estoy muy feliz de haber vivido esta experiencia. Ha sido todo muy mágico y especial.
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