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Sesión de preboda en Mallorca
Esta pareja llamada Alba y pedro para mí es muy especial. Resulta que nos conocimos antes de la pandemia, confinamiento etc.. Me contactaron un día y quedamos para conocernos. En seguida me cayeron súper bien y me contrataron para su boda, una sesión de preboda en Mallorca y más cosas.
Desde el primer instante me encantó toda su energía y el cariño que se tienen el uno al otro. Como ya he dicho en otras ocasiones a mí me encanta personalizar cada pareja. Dedico mucho tiempo, esfuerzo y cariño en conocerlos a ellos y todo lo que les rodea. Por eso quedamos para tomar unas cervezas y conocernos mejor, incluso vinieron a casa a cenar un día. Nos contaron muchas cositas y pasamos un buen rato.
Por desgracia como le ha pasado a muchas parejas tuvieron que posponer su boda debido al covid. Fue un mazazo para ellos y para muchos más, ese año creo que es mejor olvidarlo. No hemos tenido ocasión desde entonces hasta ahora para hacerles la sesión de preboda en Mallorca. Aprovechando que estaba la Feria les propuse hacerla y aparte pasar un buen rato juntos.
Siempre me ha apetecido hacer fotos de pareja en la feria y ellos sabia que eran perfectos para ello. Con todo el colorido, las luces, las distintas atracciones, iba a ser genial. En seguida quedamos de acuerdo en una fecha y allí nos presentamos. Llevaban algunos cambios de ropa para ir variando y no llevar siempre lo mismo. Así esta sesión de preboda en Mallorca tendría varios looks acorde con los distintos sitios.
En cuanto los vimos nos dio mucha alegría, se quieren tanto y se nota tanto que da gusto. Son de nuestras parejas favoritas por todo. Tienen siempre una sonrisa y una frase amable. Han pasado muchos problemas en sus vidas y también profesionales por el dichoso covid. Nos dimos unos besos al vernos y enseguida nos pusimos a la faena, iba a ser muy divertido.
Empezamos por unos pasillos donde las luces de neón atraían un montón. Los algodones esos de caramelo con colores azules, la señora ahí dándole vueltas. Los niños corriendo de un lado a otro locos por toda la música, los regalos medio prometidos de los puestos. Dan ganas de ser niño y vivir todo con la inocencia y la ilusión de los pocos años.
Alba y Pedro empezaron a sentirse a gusto. No es fácil en una sesión de preboda en Mallorca empezar como quién no quiere la cosa. Yo se que la cámara impone y se necesita un poco de tiempo y saber el hacer sentir cómodos a la pareja. Alba le estaba echando muchas ganas y poco a poco también metió a Pedro en el jueguecillo de hacer cosas sin importar la cámara. Yo les iba dirigiendo de un lado a otro, aquí o allá, mírame o mira para el oso panda.
Empezamos sacando fotos un poco lights con la noria de fondo y el algodón de azúcar. Para subir el tono les hice montar en El látigo, vaya por el nombre muy light no iba a ser. En cuanto se llenaron todos los coches eso empezó a dar vueltas y llegada una curva daba un latigazo tremendo. Que ni el cuello de Fernando Alonso en una curva de Formula 1. Fue a pesar de todo divertido y daba ganas de más, de ahí pasamos a los coches de choque. Precian niños pequeños chocando el uno contra el otro, fue genial.
El momento más divertido sin duda fue cuando se subieron a la atracción de los toros mecánicos. Bueno ahí yo no se ni cómo pude tomar una sola foto. Cuando se subieron cada uno al principio en sendos toros eso fue un no parar de reír. Empezaban esos bicharracos a moverse con la música de un lado a otro y Alba a los cero segundos para el suelo. Mira ella muerta de la risa, Pedro muerto de la risa, yo la fotógrafa muerta de la risa. Por eso no se ni cómo saque una.
Era un espectáculo el verlos intentar no caerse a los dos de esos toros. Pedro le cogió un poco el truco y duraba más que Alba. Pero la pobre estaba más en los colchones que en el toro. Al final se montaron los dos juntos y Alba agarrándose como podía con Pedro detrás aguantaba un poco más. Fue divertidísimo y una sesión de preboda en Mallorca para enmarcar.
Cuando bajaron nos fuimos a tomar una cervecita que tenían muy ganada. Había que recuperar fuerzas después de tanta caída y risas. Ya en plan más tranquilito nos fuimos a uno de estos puestos donde hay que tirar algo para ganar. Pedro demostró que tiene mucha puntería y se le dio súper bien. Ganó un osito para Alba que le hizo mucha ilusión. Fue un buen recuerdo para esta sesión de preboda en Mallorca.
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Poco a poco y con algún baile terminamos de hacer fotos y habiéndolo pasado muy bien nos despedimos. Les debemos una visita a un restaurante que han montado juntos, seguro que les irá genial. Son gente estupenda y se merecen que las cosas les vaya super bién.
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